Todos los tipos de brackets cumplen muy eficazmente su función, si bien es cierto que son ligeramente superiores los metálicos. Serán nuestras especialistas en ortodoncia las que te recomienden cual es el sistema más eficaz para tu caso.

Los brackets de metal son de acero inoxidable y níquel. Los pacientes que presentan alergia al níquel no son candidatos para este tipo de ortodoncia.

El hecho en sí de pegar el bracket al diente no es doloroso. Las molestias que puedes sentir son por la presión generalizada en los dientes al moverse o bien por las rozaduras que se producen en el interior de los labios y los carillos por la fricción del bracket al hablar o comer.

De todas maneras, no te quedes con la duda, ven y consulta a nuestras ortodoncistas cual es el sistema que mejor se adapta a tí.

Esta es una pregunta muy frecuente en nuestra consulta. Lo ideal durante el tratamiento de ortodoncia con brackets es seguir una dieta más suave y blanda y evitar frutos secos o carnes muy fibrosas. No se recomienda morder las frutas a bocados, si no tomarlas maduras o en puré.

La lechuga es un alimento difícil de masticar con este tratamiento y se deben elegir mejor cremas de verduras o purés para llevar una dieta sana y equilibrada.

Con cualquier aparato que colocamos en la boca necesitamos un periodo de adaptación para hablar normalmente. Con los brackets podrás hablar perfectamente en cuanto pasen unos días y te acostumbres.

Lo primero que debes hacer si se despega un bracket es ponerte en contacto con tu ortodoncista para que puedan colocarlo lo antes posible en su posición. Si sólo se ha despegado pero está unido al arco por la goma o un elemento metálico debes dejarlo tal cual y tener cuidado al comer.

Si se despega y se ha salido también del arco, te recomendamos que lo guardes en una cajita para llevarlo a tu próxima consulta, avisando al especialista de la situación.